Historiador Pedro Calzadilla: El Acuerdo de Ginebra es una herramienta diplomática para el diálogo entre países hermanos y resolver diferencias en paz
18 febrero, 2021
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18 febrero, 2021ISB inicia jornada de ponencias «55 años del Acuerdo de Ginebra: Diplomacia para la Paz»
En la tarde de este miércoles inició una jornada de dos días de ponencias denominada «55 años del Acuerdo de Ginebra: Diplomacia para la Paz», organizada por el Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos (ISB), en la que expertos nacionales e internacionales contextualizan y reivindican la importancia histórica y actual de este instrumento internacional firmado el 17 de febrero de 1966 para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba.
Desde el Círculo Militar de Caracas, Carlos Ron, presidente del ISB y moderador de la actividad, destacó que el Acuerdo de Ginebra establece la negociación amistosa entre dos repúblicas hermanas y deja superado el oprobio que se hizo a Venezuela con el Laudo Arbitral de París de 1899, además de ejemplificar cómo la diplomacia debe servir para conseguir un camino, una ruta, para resolver la controversia territorial de manera amistosa y entre dos naciones ejerciendo su soberanía, sin la intromisión de terceros actores.
En su introducción a la jornada, el historiador venezolano Pedro Calzadilla, presidente del Centro de Estudios «Simón Bolívar», puntualizó que la actividad persigue valorar, crear consciencia y desentrañar todo lo que significa el Acuerdo de Ginebra para la suerte futura de ambos pueblos hermanos y que además deje una enseñanza para la humanidad en la solución de diferendos de esta naturaleza.
Tras exponer un recuento cronológico sobre los sucesos ocurridos hasta la firma de Acuerdo en 1966, el ponente Calzadilla se detuvo en el Laudo Arbitral de 1899 y las revelaciones posteriores de uno de los abogados estadounidenses que defendió a Venezuela, Severo Mallet-Prevost, que muestran las irregularidades, vicios, chantajes y malos manejos que tuvo esta negociación, que favoreció los intereses del Reino Unido y que Venezuela denunció como nula e írrita.
El historiador definió la Convención de Ginebra como un instrumento de diálogo, de paz, de negociación y de acuerdo muy parecido a los principios que rigen la Diplomacia Bolivariana de Paz que enarbola Venezuela.
Jorge Cardona Llorens, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Valencia (España) y parte del equipo de asesores jurídicos de la República Bolivariana de Venezuela para la garantía de los derechos soberanos sobre la Guayana Esequiba, ofreció una ponencia magistral titulada «El Acuerdo de Ginebra: Contexto, propósito y finalidad», en la que interpretó el instrumento jurídico con base en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969.
Durante su intervención, ahondó en el origen de la controversia y afirmó que durante el periodo colonial la Guayana Esequiba formaba parte de la Capitanía General de Venezuela y lo continuó siendo tras su independencia en 1811, incluso cuando la hoy República Cooperativa de Guayana fue cedida por los Países Bajos al Reino Unido en 1814, pero que ésta, que era una gran potencia colonial, se impuso ante la joven República de Venezuela para arrebatarle parte de su territorio, a «través del latrocinio cometido en el Laudo de 1899».
Aclaró que el Acuerdo de Ginebra no tiene la finalidad de determinar la validez o no del Laudo Arbitral de París, sino resolver la controversia territorial entre Venezuela y el Reino Unido de Gran Bretaña sobre la frontera entre el primer país y la Guayana Británica, mediante una solución práctica y mutuamente aceptable para ambas partes.
Por su parte, Jorge Luis Fuguett, coordinador general de la ONG «Mi Mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo», abordó en su ponencia «Nulidad de la actuación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en base al Acuerdo de Ginebra», las irregularidades en que incurre este tribunal internacional al aceptar su jurisdicción para tratar este caso, respondiendo a una demanda coaccionada y unilateral de Guyana, sin agotarse los mecanismos de resolución pacífica establecidos en el Acuerdo de Ginebra, sin el consentimiento de Venezuela y con evidente premura y presión internacional.
Fuente: MPPRE