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Hernán Zamora, vicerrector académico de la Universidad Latinoamericana y del Caribe
***Así lo expresó Hernán Zamora, vicerrector académico de la Universidad Latinoamericana y del Caribe, durante su participación como facilitador del curso ABC del Mapa de Riesgo en el marco del Mapa de Soluciones y las 3R.Nets, como parte del Plan de Formación Masiva en Planificación Popular que adelanta la vicepresidencia sectorial de Planificación del Gobierno Bolivariano.
(Prensa IVPA).- Los participantes del Plan de Formación Masiva en Planificación Popular que adelanta la vicepresidencia sectorial de Planificación del Gobierno Bolivariano, disfrutaron del curso ABC del Mapa de Riesgo en el marco del Mapa de Soluciones y las 3R.Nets; donde el doctor Hernán Zamora, vicerrector académico de la Universidad Latinoamericana y del Caribe, ofreció una interesante disertación sobre el cambio climático, orientada a explicar qué es, sus causas, dinámicas y lógica.
De entrada, Zamora expresó que los cambios climáticos ocurren en largos periodos de tiempo. “El último cambio climático de manera natural que se dio en nuestro planeta ocurrió hace 150 mil años, la última glaciación, que una vez que finaliza, da inicio a este periodo climático que estamos viviendo”, apuntó.
Indicó que la primera expresión del cambio climático en la actualidad, es en las temperaturas en el planeta, que incide en el aumento de las precipitaciones. “Al aumentar la temperatura aumenta el proceso de vapotranspiración, aumenta la concentración de humedad en la atmósfera, aumentan los procesos de precipitaciones, se desplazan los vientos y hay un cambio en la circulación de las corrientes oceánicas, que son las grandes reguladoras de la temperatura en el planeta”.
Agregó que esta situación “nos lleva a lo que se está asociando al proceso acelerado de cambio climático, que es la gran producción de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrocarbonos; gases que son resultado de la acción antrópica, es decir, existen de manera natural, pero además, se acentúan por todo el proceso de emisión de las fábricas, que queman combustibles fósiles, generando dióxido de carbono que se concentra en la atmósfera y no se disipa; las grandes siembras y las grandes áreas de producción pecuaria, miles de hectáreas en un modelo de desarrollo agroindustrial, que generan grandes producciones de metano”.
También, “nos enfrentamos a una concentración de los hidrofluorocarbonados, los perfluorocarbonos, resultado de la actividad de la producción de muchos de los componentes electrónicos que hoy utilizamos, como teléfonos, computadores y los grandes elementos de carácter electrónico; la quema y la deforestación descontrolada, y sucede que cuando se va quemando la cobertura vegetal, se genera dióxido de carbono, una gran capa de humo de gases que evitan la incidencia del sol sobre la superficie terrestre”.
Un aspecto adicional que influye en la generación de gases de efecto invernadero es la producción industrial desarrollada en función de los intereses de los grandes hegemones. “Las grandes siembras –no los conuqueros ni la pequeña producción-, sino las grandes plantaciones de transgénicos que sustituyen la naturaleza de su composición, como en el maíz y la soya”, resaltó Zamora.
“Así, el cambio climático, desde el punto de vista físico natural, ha sido potenciado por la actividad del hombre. Y en este sentido, se han generado espacios para la discusión y el debate dentro de este mismo modelo de desarrollo, como han sido la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992, donde los doce mayores países se dieron cuenta y asumen que el tema del cambio climático es real, que hay un problema de aumento de la temperatura del planeta, resultado de la concentración de los gases de efecto invernadero”.
Relató que luego, en 1997, se presenta el Protocolo de Kyoto, en Japón, que es firmado en 2005, donde se trata de normar a los países desarrollados por la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que afectan a la atmósfera. “Pero países como Estados Unidos, Australia y China se niegan a firmar el protocolo, porque busca controlar la cantidad de gases de invernadero que se pueden generar, y que tienen que ver con los modelos de desarrollo capitalista, profundamente voraz, montado sobre el consumismo”.
De tal forma, recordó que la alternativa que se plantean es seguir generando la misma cantidad de gases de invernadero, pero además, van a invertir en los países cuyo nivel de desarrollo no es lo suficientemente grande, -países subdesarrollados o en vías de desarrollo- y así, a generar la cantidad de gases de invernadero que se supone ese país debería estar generando si estuviese montado en un proceso de desarrollo. “Básicamente, se convierte en una especie de cosificación y compra del medio ambiente”, advirtió Zamora.
Agregó que en ese modelo de desarrollo, la riqueza se sigue concentrando en los mismos doce países desarrollados, en lugar de fortalecer un modelo de desarrollo sustentable, ambientalmente sostenible, en los países que no lo tienen, “y sencillamente, les pago para que me vendan su capacidad de aire no contaminado”.
En el año 2015 se realiza la Cumbre de París, donde se revisa el Protocolo de Kyoto, y el escenario es el mismo. “EEUU se niega a firmar el protocolo, retira los recursos que pone en la ONU destinados a cumplir con los acuerdos allí establecidos, porque eso implica un cambio en su modelo de desarrollo e, incluso, genera un tema que es la expresión de la máximo cosificación del medio ambiente, que es lo que llaman la huella de carbono, es decir, cuántos gases de invernadero soy capaz de generar como individuo, como sociedad, como país. Ahora bien, eso tiene un valor de cambio, por lo tanto, es una mercancía y yo pago por la cantidad de aporte a la huella de carbono y en teoría, debo trabajar para cambiar mi matriz energética para reducir el aporte a la huella de carbono”.
África, el patio trasero
Continuando con su exposición, Zamora expresó que al hablar del tema de la espacialización, surge un dato interesante. “Todo el continente africano cuantificó en el año 2019, 2.9 millones de toneladas de residuos electrónicos, producto de los teléfonos celulares, computadoras, neveras inteligentes, y todos aquellos artículos electrónicos que entran en esta categoría. Resulta que no se generaron en África, sino en Europa, los EEUU, que los desechan en África, y se reflejan como si fuese este continente el responsable. No hay un proceso de desarrollo, sino la disposición final de residuos tóxicos y peligrosos en ese territorio, y le pagan por ello”.
“África se ha convertido en un gran basurero de artículos electrónicos y por ello participa en la generación de gases de efecto invernadero. Por eso es que es tan importante entender que el modelo de desarrollo del capital, su acento, en la praxis, no está en la reducción de los gases de efecto invernadero, sino en ver cómo los distribuye”, explicó.
“En el ámbito global, están espacializados, básicamente, en los productores que son los doce grandes hegemones, la producción de bienes de consumo, y nosotros, los países del otro mundo que somos los grandes consumidores de sus productos, y eso es fundamental en la lógica del capital, básicamente, es una reorganización de los mercados”.
Amazonia en la mira
Zamora también invitó a reflexionar sobre lo que está sucediendo con “la Amazonia, gran pulmón del planeta, que se encuentra con una fuerte presión, por las grandes empresas transnacionales para la producción de productos cárnicos, que van deforestando para aumentar las áreas de producción agropecuaria. Ni siquiera es un modelo de producción agroindustrial, es decir, ampliar las áreas para la producción y generar un modelo de desarrollo del territorio que permita generar capacidades y recursos; no, se trata de criar ganado, matarlo y exportarlo; ni siquiera soy consumidor, y eso es parte de ese modelo”.
“Lo que se plantea, que forma parte de los imaginarios que el cambio climático ha marcado, es que en muchos mapas vemos a toda la cuenca del Amazonas como territorio que debe pertenecer o a los EEUU, o bajo la administración de países altamente desarrollados”.
Por ello, Zamora asegura que el cambio climático es responsabilidad de los grandes productores de los gases de invernadero, que son quienes lo generan.
Finalmente, reflexionó que “es importante entender que el cambio climático es multidimensional: no solo es un proceso resultado de los cambios de las variables ambientales, sino también las económicas y las sociales en el mundo entero, las que están incidiendo en el cambio climático”.
Ciertamente, -expresó- de mantener la tendencia y seguir montados en el modelo de desarrollo de la lógica del capital, basado en la gran acumulación resultado de la generación indiscriminada de bienes de consumo, yo como especie estoy condenado a la desaparición, y eso que la última vez se tardó 150 mil años, lo voy a vivir, probablemente, en 50 años (NAM)