
Solo en la Revolución Bolivariana el Poder Popular organizado es protagonista del hecho planificador
12 abril, 2025
Seminario de Proceso Histórico convocó 49 intelectuales comprometidos con la Transformación Revolucionaria del Estado
12 abril, 2025El carácter popular de la nueva Doctrina de la Planificación Pública en la Venezuela Bolivariana

* Econ. Camilo Rivero
Al pueblo venezolano le ha tocado, nuevamente, dar un paso al frente para asumir el trascendental desafío que conlleva la construcción del socialismo bolivariano del siglo XXI.
Lo anterior supone una obra humana de dimensiones colosales, considerando las dificultades que se presentan en cada momento para avanzar dialécticamente en semejante proyecto, como consecuencia del incesante asedio de un imperialismo capitalista que utiliza su enorme poderío e influencia mundial para impedir la consolidación de una revolución bolivariana cuyo alcance abarca los siguientes aspectos:
- Pasar, de la restringida democracia representativa puntofijista al desarrollo pleno de la democracia participativa y protagónica, en las cinco dimensiones de la sociedad, lo cual supone la irrupción de un pueblo soberano constituido en Estado para conducir dicho proceso.
- Superar la formación económica subdesarrollada, rentista-petrolera, y crear un sistema productivo de carácter endógeno, a partir de las capacidades y potencialidades existentes en el país, para así generar las bases sólidas de una transición humanamente gratificante hacia el socialismo.
- Desterrar la alienante ideología del capital, con sus nocivas, irracionales e insostenibles características, propias del modo de vida americano; para concebir una cosmovisión descolonizadora y en correspondencia con el buen vivir, a partir de nuestra memoria histórica e identidad nacional, teniendo como principio fundamental la unidad dentro de la diversidad.
- Erradicar las inaceptables desigualdades sociales existentes en el país, para alcanzar la tan anhelada justicia social, a partir de la solidaridad y el bien común.
Debemos entonces provocar el surgimiento de la nueva sociedad, entendiendo que ello no ocurrirá de manera espontánea, sino interviniendo deliberadamente en la realidad nacional.
Si el signo distintivo del proyecto bolivariano es su carácter revolucionario y transicional, la planificación debe estar impregnada de esa doble cualidad, de manera que podamos abordarlo correctamente y tener una cabal comprensión sobre el rumbo y ritmos de los acontecimientos, así como diseñar las estrategias adecuadas para manejar las contradicciones que ellos traen consigo, como consecuencia de las confrontaciones ocurridas durante su movimiento histórico; impidiendo que tales situaciones nos distraigan, desvíen del camino u obliguen a capitular.
Lo anterior supone construir la hoja de ruta para avanzar dialécticamente en la dirección deseada, teniendo claridad sobre lo que significa planificar en tiempos transicionales y colocando la planificación al servicio de un puebloque la hará suya para consolidar las distintas expresiones del poder popular.
La planificación-acción marca entonces un punto de inflexión, en tanto que ahora son las comunidades quienes, realizando conscientemente su dinámica social en el territorio, se convierten en los sujetos sociales revolucionarios de este proceso.
Así, se asume la imperiosa necesidad de conocer científicamente la realidad, siendo que ella trae consigo el germen de su propia transformación; debiendo abordarse como una totalidad sistémica, en permanente movimiento y que transcurre como proceso histórico. Solo cuando la agudización de las contradicciones se resuelva, se producirán los saltos cualitativos en la sociedad; vale decir, su transformación revolucionaria, lo cual irá ocurriendo en la medida en que las circunstancias así lo demanden.
Esta nueva doctrina de la planificación asume que el poder popular, organizado en sus distintas expresiones y escalas socioespaciales, es elprotagonista del hecho planificador, haciendo letra viva el principio constitucional según el cual la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo; constituyéndose en el arquitecto de su propio destino. Se enfatiza así su carácter político y estratégico, para darle viabilidad a la transformación de una realidad cuya dinámica había favorecido expresamente al capital.
En este sentido, la planificación-acción se convierte en una herramienta muy poderosa para el ejercicio del gobierno popular, mediante un sistema integrado de planes ancladoen la escala comunal para, a partir de allí, desarrollar un esquema dinámico de agregación espacial, con un alcance que revestirá ahora una triple dimensión política:
- Orientador de la gestión del gobierno bolivariano.
- Impulsor del desarrollo económico y social del país.
- Brújula para la construcción del socialismo bolivariano del siglo XXI.
* Camilo Rivero es Economista (UCV), Magister en Negociaciones Económicas Internacionales (ULAC),profesor universitario y presidente del Instituto Venezolano de Planificación Aplicada. Este aporte fue presentado en el Seminario Proceso Histórico del Pueblo Venezolano: Poder, Sociedad y Estado, efectuado e sábado 12 de abril de 2025 en el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe “Rómulo Gallegos”, Celarg.