
El carácter social de la economía
5 noviembre, 2017
Hacia un comprensión endógena de los fenómenos sociales
10 noviembre, 2017100 años de una revolución que cambió el mundo

La Gran Revolución Socialista de Octubre abrió paso a la Humanidad de una nueva era, de la teoría científica a la práctica social. El nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se convirtió en esperanza de los pueblos a nivel mundial, como alternativa al desarrollo capitalista.
Era 7 de noviembre, según el calendario gregoriano que hoy rige, pero 25 de octubre según el calendario juliano con vigor para ese momento. El Partido Comunista (bolchevique), dirigido por el líder revolucionario ruso Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, protagonizó la insurrección armada de los obreros, campesinos y soldados que en 1917 sentenciaron el triunfo de la revolución.
Lenin tenía ya tenía tiempo teorizando y trabajando la creación y consolidación de un partido de la clase obrera que fuese guiado por la teoría marxista. Este finalmente fue decisivo para que el proletariado conquistara el poder. De esta forma se dirigió la lucha revolucionaria orientada hacia la trasformación del Estado y de la sociedad rusa.
En la URSS, las relaciones sociales de producción se transformaron sustancialmente. Las decisiones colectivas y democráticas fundamentaron las bases de las nuevas naciones. Las políticas sociales aplicadas y la modernización jugaron un papel fundamental para el impulso de una potencia socialista en el este de Europa en un corto lapso histórico.
El analfabetismo, que era de un 75%, disminuyó significativamente y los hijos de los obreros y campesinos accedieron a la enseñanza politécnica y universitaria. En la Unión se reconocieron 169 grupos socioculturales, en distintos niveles de las estructuras del Estado: Distritos Nacionales, Regiones Autónomas, Repúblicas Federadas y otras de la gran potencia soviética. Incluso, algunos pueblos lograron por primera vez que la escritura de sus lenguas originarias fuera reconocida.
Más allá de la creación de la URSS, es incuestionable la influencia a nivel mundial que tuvo la revolución bolchevique, sobre todo después de su decisiva actuación en contra del fascismo alemán, en la II Guerra Mundial, con la creación del bloque socialista europeo y la inspiración que generó en Asia, África y América.
Tal influencia provocó que el sistema capitalista mundial reaccionara bajo el escenario geopolítico de la llamada “Guerra Fría”, que tantos estragos causó durante el siglo XX a escala planetaria para tratar de impedir su expansión territorial.
A pesar de las enormes presiones y dificultades que tuvo que sortear este ensayo en su proceso histórico, y de sus incuestionables logros obtenidos, las profundas desviaciones del modelo stalinista desvirtuaron las bondades del socialismo como alternativa al capitalismo, lo que a la larga provocó su desaparición 70 años después.
Sin embargo, a 100 años del triunfo de la revolución rusa, esta experiencia aún constituye una referencia para los pueblos del mundo que se resisten a vivir bajo un sistema inhumano y enrumban su camino hacia la construcción de una sociedad justa y solidaria.
Conocer la realidad para transformarla