Un rechazo contundente al proyecto neocolonial

Cuando se cumplen 12 años de la Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata, Argentina, los pueblos, movimientos sociales, e instituciones revolucionarias de América Latina celebran la victoria histórica que significó el rechazo y entierro del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que no era otra cosa que el proyecto estadounidense para consolidar su hegemonía y dominio sobre el continente.

En aquel encuentro participaron los 34 países del continente americano, a excepción de Cuba, excluida de la OEA por las presiones de los Estados Unidos. El origen de esta propuesta neocolonizadora se remonta al año de 1994, cuando en la I Cumbre de las Américas los países se comprometían a consolidar para el 2005 el área de libre comercio más grande del mundo. Sin embargo, el imperialismo norteamericano y sus trasnacionales subestimaron una vez más el alcance del poder popular organizado, impulsado por el despertar latinoamericano con las sucesivas victorias democráticas logradas.

Para los Estados Unidos, con esta propuesta pretendía avanzar en el viejo proyecto de unión aduanera, con el propósito velado de frenar cualquier proceso de integración alternativo y solidario entre los países de la región.

La Cumbre en Mar del Plata fue una derrota estruendosa un Proyecto imperial que pretendía erigirse como única potencia hegemónica a nivel mundial, después de la desintegración del bloque socialista europeo. Los Gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela fueron los protagonistas de aquella histórica jornada, donde el Presidente George W. Bush y su Secretaria de Estado Condoleezza Rice, salieron por la puerta trasera, ante la emergencia de un nuevo relacionamiento internacional basado en el respeto, la cooperación y el beneficio para nuestros pueblos, que años más tarde se consolidaría con la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), creada e impulsada por los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.

Recordemos parte del discurso del Comandante Chávez el 4 de noviembre de 2005: «El Alca no es una solución a los graves problemas de América Latina, sino que sería un agravante terrible, porque no prevé nada para los sin techo, los sin escuela, los sin trabajo, por eso decimos que sería un mecanismo de integración desintegradora, porque contribuiría a incrementar los grados de desintegración que tienen nuestras sociedades y de divisiones muy peligrosas, porque ese es el caldo de cultivo para la violencia (…) por eso estamos proponiendo desde Venezuela el ALBA, habrá que reinventar esta América Latina con un mecanismo real de integración para nuestros pueblos «.

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