28 julio, 2020

Chávez renace, mientras luchan y renacen nuestros pueblos

Decía que nació por azar, en una noche muy lluviosa, “noche de fiero chubasco/ por la enlutada llanura”. Era una noche de invierno, según contaba su madre y de la medianoche hacia el día - como dicen por aquellos llanos -  vería la luz en Sabaneta, en la casa de su abuela Rosa Inés, cuando ya los dolores de su progenitora de apenas 20 años, eran inaguantables. No había entonces luz eléctrica permanente, sí mucha agua, mucha lluvia. “No había luna, no había gallo; era una noche oscura”.