23 noviembre, 2020
El sistema capitalista ha operado en cada momento histórico bajo la configuración de un orden económico que garantice su proceso de acumulación, reproducción y expansión, a través de una división internacional del trabajo diseñada para que los países operen en función de tales intereses, mediante la imposición de múltiples mecanismos e instrumentos de dominación aplicados por sus respectivos actores en el escenario mundial.